Mi amor por las letras

Realmente desde niño, fue una muy bella comunión entre las letras y mi vida, no me lo inculcaron "a fuerzas" fue en base a la admiración por el trabajo de mi padre, el viajaba mucho pero siempre se daba tiempo para escribir, fue todo un ejemplo de vida para quien lo conoció, siempre tenía la palabra exacta, el consejo y sabiduría de un hombre forjado en el trabajo desde los 11 años de edad, después de vivir riquezas ilimitadas se vio obligado a trabajar para mantener a sus 10 hermanos.

Fue un padre muy estricto, pero gracias a ello, dejó una huella imborrable, de sus poesias fui aprendiendo como emplearlas, darles forma y sentido, para lograr cautivar a los lectores, algunos amigos, amigas y maestros por supuesto.

¡Este amor no morirá jamas!